Archivo de la categoría: III Jornadas de la Nelcf-Guayaquil

La escuela y la formación delanalista: citas elegidas desde la biblioteca #3

Para este Boletín recurrimos a la Bitácora Lacaniana BL, la revista de la NELcf, en particular, la número 8 “La formación del analista”; y, contando con la pregunta sobre la formación del analista en la Escuela como brújula, dos participantes de la Comisión de Biblioteca: Patricio Moreno y Andrea Robles, han elegido estas citas que aluden a lo inédito del deseo del analista.

El factor actual del deseo nos lleva a preguntarnos por el inicio de esta serie de Bitácoras Lacanianas, que arribarán a su número 10, y por la “bitácora” como tal. Ya en su primer Editorial, de la serie “física” de publicaciones, María Hortensia Cárdenas apuntó que la revista “al modo de los cuadernos de bitácora, contiene la producción escrita de sus miembros…”; y en la edición número 7, Adolfo Ruiz precisa que la experiencia de la Escuela no es sin sus publicaciones.

Así, en la presentación de la BL 9 por la Biblioteca de Santa Cruz, Laura Arciniegas nos recuerda:

Una Bitácora: por un lado, es un cajón o un lugar fijo a la cubierta del barco, cercano al timón, en que se pone la brújula (…) Es también el cuaderno de anotaciones (…). Registran el proceso, el viaje, sus rutas, tempestades, ataques, travesías. Leo en nuestra Bitácora (…) Una brújula, una orientación, pero también el registro de un viaje, cada vez, año tras año, con sus rutas, sus tormentas, puertos…Toda una experiencia (…) de Escuela.

Si pongo en serie estas referencias sobre lo que es una bitácora, es en tanto me parece una suerte de solución al “problema” de la formación del analista, problema al que nuestras Jornadas virtuales de la NELcf Guayaquil se precipita. “Problema”, que Raquel Cors enuncia como: ¡el analista como universal formado, no existe! Paso a citarla de nuestra selección de hoy: “Cerrar nuestra formación sería de-formarla de la mala manera, de una manera salvaje, sería la muerte del psicoanálisis. Cerrar nuestra formación en un universal sería matar el deseo…”.

Y no vamos a cerrar nuestra formación porque El analista no existe, lo que vamos a hacer son bitácoras de la experiencia de la Escuela: tomando notas de nuestros hallazgos en boletines como este, anotando las “perlitas” en sus revistas, llevando los trozos de real a los carteles, trabajando las piedras en los zapatos y los escollos a cielo abierto junto a otros en la Escuela.

Las conclusiones son abiertas y el work es in progress. Los desechos vueltos causas y deseos, permiten la “salvación” del psicoanálisis, y se escriben desde el estilo singular de la transferencia de trabajo, en un lazo inédito. Esto lo pondremos a prueba en nuestras próximas Jornadas de este sábado, y allí mismo podremos recoger material inédito sobre la formación del analista no sin la experiencia de la Escuela: cuyas travesías y vicisitudes, seguiremos recogiendo en renovadas bitácoras.

Jessica Jara Bravo

Responsable de la Comisión de Biblioteca

Pueden leer el Boletín 1: https://nelguayaquil.org/2022/07/05/la-escuela-y-la-formacion-del-analista/, y el Boletín 2 en: https://nelguayaquil.org/2022/07/25/boletin-de-biblioteca-2-la-escuela-y-la-formacion-del-analista/

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BITÁCORA LACANIANA

[…] tenemos en el centro de nuestra experiencia La formación del analista en la Escuela del pase.

Almanza, Marcela, “Apertura”, in Bitácora Lacaniana, Revista de Psicoanálisis de la Nueva Escuela Lacaniana-NEL, No 8, septiembre 2019, p. 27.

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[…] a pesar de que podemos dejar la cuestión del deseo del analista fuera de los límites de nuestro campo, no podemos, en cada caso, dejarlo fuera de nuestra pregunta, “(…) por una razón muy sencilla: el problema de la formación del analista lo postula.”

Harari, Angelina, “Un horizonte para el ultrapase”, in Bitácora Lacaniana, Revista de Psicoanálisis de la Nueva Escuela Lacaniana-NEL, No 8, septiembre 2019, p. 31.

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La paradoja del deseo como deseo del Otro, Lacan la intenta aprehender con el término “deseo inédito”, que constituye el deseo del analista.

Harari, Angelina, “Un horizonte para el ultrapase”, in Bitácora Lacaniana, Revista de Psicoanálisis de la Nueva Escuela Lacaniana-NEL, No 8, septiembre 2019, p. 32.

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Al tratarse de la experiencia de cada análisis, tampoco se sabe lo que es el pase, en tanto es inédito e incomparable para cada pasante. El AE está expuesto a la contingencia y a lo que pueda hacer con ella.

Giraldo, M., “Pasar – Testimonio trece”, in Bitácora Lacaniana, Revista de Psicoanálisis de la Nueva Escuela Lacaniana-NEL, No 8, septiembre 2019, p. 77.

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En la “Proposición…” del ´67, Lacan captura estos dos estados del analizante en el momento de entrada y en el momento de viraje del pase con dos términos: la inocencia en la entrada y la ingenuidad (naïvete) del final. Por inocente, Lacan se refiere a quien no tiene otra vía que su deseo que guía su fantasma. Por el contrario, el ingenuo del final puede emerger en la separación respecto al agalma que permite la emergencia de ese deseo sin fantasma que es el deseo del analista.

Palomera, Vicente. “Entre inocencia e ingenuidad”, in Bitácora Lacaniana, Revista de Psicoanálisis de la Nueva Escuela Lacaniana-NEL, No 8, septiembre 2019, p. 121.

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Ustedes deben tener presente esa frase de Lacan del Seminario 23: no somos un cuerpo, tenemos un cuerpo. Yo les podría decir hoy: no somos una Escuela, tenemos una Escuela, y enfatizo “una”. No somos una Escuela, porque eso sería la identificación en todas sus direcciones, la masa. […] Es importante tener una Escuela. Lacan escribía “como un refugio al malestar en la civilización”. Pero la frase podría acortarse: “como un refugio al malestar…”. Se trata del uso que cada sujeto hace de la Escuela. Pienso en cada uno de nosotros cuando llegamos, en los que vendrán, en los que estuvieron y se fueron -lo que no evita que en la Escuela también se encuentre un malestar. No hay deseo de Escuela puro. Si la Escuela aloja el discurso analítico, es el lugar de un lazo inédito.

Andrade, Renato. “Escuela Una para el uno”, in Bitácora Lacaniana, Revista de Psicoanálisis de la Nueva Escuela Lacaniana-NEL, No 8, septiembre 2019, p. 215.

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[…]Anna dice en un texto, que una Escuela se organizaba alrededor del agujero de la pregunta por el analista. Pero para que haya agujero tiene que haber una malla simbólica bien tensa, a la manera del toro, para que el agujero no se cierre. Yo me voy, después de esta experiencia de las “Enseñanzas del pase”, sin saber qué es un analista. Creo que es la mejor manera de irse, porque eso nos convoca justamente al trabajo que implica, para cada uno, esa pregunta ¿qué es un AE? Y además nos implica en términos de la política.

Zapata, Gustavo. “Conversación sobre política y Escuela Una”, in Bitácora Lacaniana, Revista de Psicoanálisis de la Nueva Escuela Lacaniana-NEL, No 8, septiembre 2019, p. 222.

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El cartel es esencial en el sentido de que puede acoger lo no-sabido, dando a cada uno la posibilidad de encontrar, a partir de su propia pregunta y según el momento de su recorrido, un trozo de saber que no sabía.

Fue en 1980, en D’ Écolage, cuando Lacan dio su última formalización de la estructura del cartel:

Cuatro que se eligen para llevar a cabo un trabajo que debe dar su producto. Más precisamente: producto propio de cada uno, y no colectivo. […] La conjunción de los cuatro se hace alrededor de un más-uno que, si bien puede ser cualquiera, debe ser alguien. Está a su cargo velar por los efectos internos de la tarea y provocar su elaboración.

Briole, Guy. “El cartel: Pilar ineludible de una Escuela”, in Bitácora Lacaniana, Revista de Psicoanálisis de la Nueva Escuela Lacaniana-NEL, No 8, septiembre 2019, p. 252.

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El más-uno está en el lugar del agente: ¡Esa es su misión! Tiene, arriba a la izquierda, esa función de “agente provocador”, por el hecho mismo de haber sido convocado por la demanda de los otros cuatro. Esto, además, define su funcionamiento en el cartel: ser un “provocador provocado”.

Briole, Guy. “El cartel: Pilar ineludible de una Escuela”, in Bitácora Lacaniana, Revista de Psicoanálisis de la Nueva Escuela Lacaniana-NEL, No 8, septiembre 2019, p. 255.

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[…] S1 son los miembros del cartel. S1 incluye también al más-uno. En este enjambre de S1 del cartel, cada uno participa por sí mismo, con su estilo, con su manera de ponerse a trabajar que hace que sean sus propios rasgos los que se manifiesten. El cartel es ante todo diversidad, tanto del avance del trabajo de cada uno como del modo propio de transmisión. De eso debería resultar un saber nuevo que beneficie a cada uno de los cartelizantes, pero también al psicoanálisis.

Briole, Guy. “El cartel: Pilar ineludible de una Escuela”, in Bitácora Lacaniana, Revista de Psicoanálisis de la Nueva Escuela Lacaniana-NEL, No 8, septiembre 2019, p. 256.

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[…] Lacan, en 1955, en un texto que se titula “Variantes de la cura tipo”, puntúa algo preciso sobre la formación del analista. En ese escrito Lacan enfatiza la Ignorancia, pero no como ausencia de saber (pues la ignorancia es una de las vías en que el Ser se forma) ni como no-saber en tanto una negación del saber, sino su forma más elaborada. Dejar caer el saber…arreglárselas con el deser y saber-hacer-con, es todo un desafío para de-formación analítica.

Cors, Raquel. “De-formación del analista”, in Bitácora Lacaniana, Revista de Psicoanálisis de la Nueva Escuela Lacaniana-NEL, No 8, septiembre 2019, p. 266.

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[…] a propósito de la formación del analista, es que en tanto analistas tenemos la responsabilidad de develar el secreto de que ¡el analista como universal formado, no existe! Cerrar nuestra formación sería de-formarla de la mala manera, de una manera salvaje, sería la muerte del psicoanálisis. Cerrar nuestra formación en un universal sería matar el deseo…

[…]si estamos aquí, es porque cada uno, más allá de su profesión (porque ser psicoanalista no es una profesión) ha elegido, ha decidido seguir preguntándose sobre ¿Qué es un analista? Por mi parte, por partes, no un todo, se trata de un lazo a la vida, un re-nacer junto a otros dispersos, cada uno con su soledad, que no tiene que ser solitaria.

Cors, Raquel. “De-formación del analista”, in Bitácora Lacaniana, Revista de Psicoanálisis de la Nueva Escuela Lacaniana-NEL, No 8, septiembre 2019, p. 268.

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Boletín PUNTUACIONES… ; ! ?? #9

N° 9 – septiembre 22, 2022.

Este es el último número de Puntuaciones, boletín preparatorio a las III Jornadas La Escuela y la formación del analista.  Y a la vez es una introducción al seminario con Alejandro Reinoso en las Jornadas.  En sus palabras, este escrito “es una suerte de aperitivo freudiano para el trabajo que haremos el sábado”.  

Aprovechemos esta lectura que abre un tema del que no hay un saber acabado, no hay la formación del analista, hay formaciones que tienen más que ver con el inconsciente. El pase nos enseña algo nuevo cada vez.   

La formación en Freud

Alejandro Reinoso

Agradezco a Ana Ricaurte la invitación a escribir unas breves notas en Puntuaciones con motivo de la preparación de las Jornadas de la Sección Guayaquil de la NELcf en el mes de septiembre. Ella me ha indicado el recorrido, las reflexiones y preguntas de la Sección, en sus reuniones de los viernes, en torno a El banquete de los analistas de Jacques-Alain Miller. Felicito este estudio e itinerario preparatorio a una Jornada que apunta como foco de trabajo a la formación del analista y la Escuela.

La formación del analista dista en modo neto de la llamada formación de personas (educación) y de la formación espiritual (religiosa), las cuales se orientan en general por el ideal y una cierta norma social. En ambos casos se trata de dar forma y/o de poner en forma al sujeto, un tratamiento imposible del goce. La formación del analista es dicha siempre en singular y tiene diversas vertientes en nuestra orientación.

Partamos por Freud. El significante formación es profundamente freudiano: formación del sueño, formación de compromiso, formaciones delirantes, formación del carácter, formación reactiva, formación sustitutiva, formación del ideal, formación del yo y del superyó, formación del síntoma, formación de la neurosis y formación del Edipo.

No obstante, para referirse a la formación del analista habla inicialmente de “la formación del médico (Arzt)”, evitando y rehuyendo escribir tan directamente sobre lo que el analista hace y cómo transcurre un análisis, es decir, aquello que denominaría la técnica; haciendo circular los textos respectivos en modo restringido entre analistas. En efecto, los trabajos sobre la técnica son esencialmente desarrollados entre 1911 y 1915, y publicados después de diversas postergaciones y anuncios incumplidos; después de ello hay referencias precisas en el caso del Hombre de los Lobos (1918), en el Congreso de Budapest (1919) y una revisión sobre la interpretación de sueños en 1923. Esta renuencia a dar cuenta al público no analítico sobre el análisis tenía, al parecer, una doble perspectiva: evitar mostrar pistas a los pacientes sobre en qué consiste un análisis y a la vez evitar cristalizar elementos monolíticos en los neo practicantes, en efecto, “era escéptico en cuanto al valor que pudiera tener para los principiantes lo que cabría titular ‹‹elementos auxiliares para jóvenes analistas››[1]. Freud previniendo sobre lo que hoy llamaríamos manualización y una lógica del universal, señala en Sobre la iniciación del tratamiento: “la extraordinaria diversidad de las constelaciones psíquicas intervinientes, la plasticidad de todos los procesos anímicos y la riqueza de los factores determinantes se oponen, por cierto, a una mecanización de la técnica”[2]. Entre estos factores incluye también la personalidad o carácter del analista.

Asimismo, en esa segunda década del siglo XX, paulatinamente sostiene que el psicoanálisis no es privativo del mundo médico ni de su formación, de la cual marca su primera distancia a partir de la Introducción al libro del pastor y educador Oskar Pfister Die Psychanalysche Methode (1913), amigo íntimo de Freud por más de  treinta años; uno de los primeros no médicos en ejercer el psicoanálisis. Dice Freud: “el ejercicio del psicoanálisis exige mucho menos una instrucción médica que una preparación psicológica y una libre visión humana; por lo demás, la mayoría de los médicos no están capacitados para el ejercicio del psicoanálisis y han fracasado por completo en la apreciación de este procedimiento terapéutico”[3].

Más tardíamente dejará de hablar definitivamente del médico y hablará del “Analytiker (el analista)”. Cierro con dos puntos que me parecen cruciales sobre el analista en Análisis terminable e interminable (1937): 1) no hay analista ideal ni analista normal aunque exista presión social para que así lo sea: “es indiscutible que los psicoanalistas no han alcanzado por entero en su propia personalidad la medida de normalidad psíquica”[4]; ii) un impasse estructural en la relación con el poder que requiere abordaje pues incide en tres aspectos claves de la posición analizante: el consentimiento, la implicación subjetiva y la rectificación; dice Freud: “parece, pues, que numerosos analistas han aprendido a aplicar unos mecanismos de defensa que les permiten desviar de la persona propia ciertas consecuencias y exigencias del análisis, probablemente dirigiéndolas a otros, de suerte que ellos mismos siguen siendo como son y pueden sustraerse del influjo crítico y rectificador de aquel”. 

En este recorrido, cuando se refiere a la formación del analista no hay pista alguna al lugar de la institución analítica en la dimensión analítica de una formación.

[Continuará …]

Puede acceder a números anteriores de Puntuaciones en el blog de NELcf Guayaquil  https://nelguayaquil.org/2022/07/16/boletin-puntuaciones-1/

Coordinadora de Puntuaciones:

Ana Ricaurte

anaricaurt@yahoo.com

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Boletín PUNTUACIONES… ; ! ?? #8

N° 8 – Septiembre 15, 2022.

¡Faltan ocho días para las III Jornadas!   Y hemos avanzado en su preparación, preguntas y elaboraciones recorridas nos traen a un punto de precisión que Paola Cornu sitúa en un movimiento desde el caso que fue, diseccionado en “los puntos vivos del psicoanálisis” que hacen enseñanza, que se ha ido cerniendo desde las preguntas enviadas a nuestros AE invitados, producto de los encuentros sobre el Banquete de los analistas en los Viernes de Escuela.  Entre ellas, ¿qué es este Hacia la escuela, o cosa de escuela, que aparece en el pase?

Estilo Sinthomático

por Paola Cornu

(AE 2020-2023)

“El pase no es en absoluto un asunto sobre el ser del sujeto. Es una cuestión acerca de su saber, es una invitación que se hace al analizante para que ofrezca su experiencia a la transmisión.” J.A.- Miller

¿Qué hace a quién finalizó su análisis presentarse al dispositivo del pase en una Escuela, en tanto, no es una obligación? Una necesidad de transmisión…

Es lo que permite la resolución de la transferencia en tanto no hay una liquidación, un grado cero como señala Miller. Diría un pasaje en el que el sujeto supuesto saber queda destituido para el analista desplazándose este sujeto supuesto saber a la Escuela y habitarla con su sinthome. Habitarla en mi caso “circulando sin insignias”, con un estilo que me ha permitido vez por vez una transmisión de una experiencia, la analítica y lo que ha implicado la operación quirúrgica del psicoanálisis en el parlêtre que les habla, en la ´precisión´ de lo que enseña la experiencia del caso que fue en los puntos vivos del psicoanálisis a partir de los problemas cruciales en un análisis.

Confianza en la transferencia de trabajo que es la transferencia al trabajo en y con la Escuela.

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Ana Ricaurte

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Para leer los números anteriores de Puntuaciones ir al Link del blog de NELcf-Guayaquil: https://nelguayaquil.org/2022/09/03/3277/

Boletín PUNTUACIONES… ; ! ?? #7

N° 7 – septiembre 02, 2022.

A continuación, una visión de conjunto de los 4 ejes de las III Jornadas que han sido ya publicados individualmente, para que se animen a inscribirse hoy mismo!

Para leer los números anteriores de Puntuaciones ir al Link del blog de NELcf-Guayaquil : III Jornadas de la Nelcf-Guayaquil – Nueva Escuela Lacaniana – Guayaquil

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Boletín PUNTUACIONES… ; ! ?? #6

N° 6 – Agosto 26, 2022.

En este número podemos seguir a dos participantes en el trabajo preparatorio en la sección Guayaquil de NELcf de las III Jornadas sobre La escuela y la formación del analista, quienes aportan con referencias importantes al desarrollo de dos de sus ejes: el control y el cartel. Mirna Guaycha indaga y transmite acerca de cuál es la elaboración de saber que conviene a la formación del analista, situando el cartel en función de su propio agujero en el saber. Gabriela Pazmiño nos lleva a ver la relación que el control establece en la formación que la escuela dispensa y la práctica en la que un analista se autoriza por sí mismo, en tanto que la escuela debe garantizar que un analista proviene de su formación.

El analista en control: entre el autorizarse a sí mismo y la garantía de la Escuela

Gabriela Pazmiño Márquez

El dispositivo del control puntúa el “autorizarse a sí mismo”1 del analista, a partir de la garantía de formación que la Escuela otorga.

De hecho, Lacan sitúa el control como una obligación del lado de la Escuela. La Escuela, precisa, debe responder a la demanda de control que “se impone”.2 De este modo, más allá de ser un “deber ético”3 del analista, el control apunta a elucidar las relaciones que éste mantiene con el psicoanálisis mismo.4

Se espera entonces de la Escuela que asegure que la posición del analista en relación a su práctica sea la adecuada; esto es, que se evalúe “la deriva en relación a su autorizarse”.5 En efecto, no es lo mismo “autorizarse de sí mismo” que autorizarse a partir del propio fantasma6, precisa D. Laurent. Situamos aquí la afirmación de Lacan según la cual “el analista es menos libre en su estrategia que en su táctica (…) [y] es aún menos libre en (…) su política, en la cual haría mejor en ubicarse por su carencia de ser que por su ser.”7

De este modo, el control verifica la libertad del analista a la que Lacan hace mención; libertad de escuchar e interpretar que se evidencia a partir de la serie de casos que se controla. Está en juego que el analista no haga obstáculo al análisis de su paciente.

Que el analista sólo se autorice de sí mismo no excluye entonces que la Escuela garantice que un psicoanalista surge de su formación: “En el concepto de Escuela no solo entra el principio de que el psicoanalista se autoriza a sí mismo, sino que esta puede e incluso debe garantizar que un analista proviene de su formación”8, subraya Miller. El dispositivo del control pone a prueba esta afirmación.

1 Lacan, J. (1967) Proposición del 9 de octubre de 1967. Otros escritos. Buenos Aires: Paidós, 2012. 2 Lacan, J. (1964) Acta de fundación. Disponible en: https://elp.org.es/wp- content/uploads/2019/10/Acta-de-Fundacion-J-Lacan-1964.pdf

3 Laurent, E. (2000) Su control y el nuestro. Freudiana, n°30.

4 Miller, J.-A. (2000) El banquete de los analistas. Buenos Aires: Paidós. p. 10.

5 Vila, F. (2002) La entrada en control: una experiencia comunicable. Freudiana, n° 35. ELP, Barcelona.

6 Laurent, D. (2001) Acto y subversión del saber. Autorizarse por sí mismo. El Psicoanálisis, n° 2/3.

7 Lacan, J. (1958) La dirección de la cura y los principios de su poder. Escritos 2, Buenos Aires: Siglo XXI, 2002, p. 567.

8 Miller, J.-A. (2000) El banquete de los analistas. Op. cit. p. 241.

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El cartel: una máquina anti-didactas

Mirna Guaycha

J.-A. Miller en El Cartel en el mundo dice: “El pase, como el cartel es, desde el punto de vista institucional, una máquina anti-didactas […]”.

El cartel, ¿una máquina anti-didactas?, ¿el cartel y el pase? ¿Qué relación tienen?

J. Lacan en su Acto de fundación dice: “Para la ejecución del trabajo adoptaremos el principio de una elaboración sostenida en un pequeño grupo […] Esto implica una organización circular”. Con “esto” hace referencia al trabajo. ¿Una máquina que trabaja? ¿Qué pone al trabajo?

Javier Aramburu en Los carteles y la Escuela dice: “El vínculo social con los otros hace posible el trabajo común, pero no colectivo […]”.

Entonces: ¿Qué pone al trabajo? Retomo el término elaboración. Mauricio Tarrab en En el cartel se puede obtener un camello dice: “La elaboración es entonces un trabajo en el impasse, un tratamiento sobre lo que resiste, que como se ve no es el yo, sino el goce […] la elaboración, es por cierto una elaboración de saber, y permite tocar ese real que resiste al saber”.

Así como el trabajo común: ¿Qué sería lo común con los otros? M. Tarrab en el mismo texto dice: “¿A qué punto identificarse del grupo? […] Al punto donde, como los otros, no estoy sino en el esfuerzo por subjetivar ese real. […] Cuando en el borde del agujero en el saber, se advierte que no es sin los otros que tengo una chance, lógica […] Quizás se puede extraer de la experiencia del cartel, que es un lugar donde ceder goce a favor del lazo colectivo”.

Dicho esto, los/as invito a la presentación de mi formalización del eje El Cartel a partir de mi elaboración, mi trabajo alrededor de mi agujero en el saber: el ceder goce para obtener algo nuevo en el saber, no sin los otros.

Bibliografía

Aramburu, J. (s.f.). Secretaría de Carteles de la Escuela de la Orientación Lacaniana. Obtenido de Secretaría de Carteles de la Escuela de la Orientación Lacaniana: http://www.cuatromasunoeol.com/sv/referencias.los-carteles-y-la-escuela

Lacan, J. (1964). Acto de fundación. En J. Lacan, Otros escritos (págs. 247-259). Paidós.

Miller, J.-A. (s.f.). Secretaría de Carteles de la Escuela de la Orientación Lacaniana. Obtenido de Secretaría de Carteles de la Escuela de la Orientación Lacaniana: http://www.cuatromasunoeol.com/sv/referencias.el-cartel-en-el-mundo

Tarrab, M. (s.f.). Secretaría de Carteles de la Escuela de la Orientación Lacaniana. Obtenido de Secretaría de Carteles de la Escuela de la Orientación Lacaniana: http://www.cuatromasunoeol.com/sv/referencias.en-el-cartel-se-puede-obtener-un- camello

Coordinadora de Puntuaciones:

Ana Ricaurte, anaricaurt@yahoo.com

nelquil@gmail.com

Boletín PUNTUACIONES… ; ! ?? #5

N° 5 – Agosto 19, 2022.

¡Nos acercamos al 24 de septiembre! 

Es la fecha del Banquete en la sección Guayaquil. Este boletín incluye información importante para que no se pierdan las III Jornadas sobre la Escuela y la formación del analista.

Adriana Pérez, asociada de NELcf-sección Guayaquil continúa con los entremeses del Banquete que publicamos aquí para ser leídos, y nos trae puntuaciones «contundentes» de textos de Lacan y Miller sobre el deseo del analista, central en el problema de la formación. 

Un Banquete para las Jornadas:

“La Escuela y la formación del analista”

Por: Adriana Pérez Fournier

 “El banquete de los analistas”, curso de Miller nos envuelve en su lectura y nos lleva en su recorrido sobre la “Escuela y la formación del analista”. 

Es así que nos encontramos en este “Banquete”, con preguntas que insisten a lo largo del mismo, recalando en el capítulo 16 “El grupo analítico”: 

“¿Qué es el psicoanálisis?”

“¿Qué es un analista?”

“¿Quién es analista?”

“El ser del analista”

“El deseo del analista” 

Lacan en el Seminario 11, inicialmente plantea “¿Qué es el psicoanálisis?”

“La base de mi enseñanza son los fundamentos del psicoanálisis, en tanto éstos están implicados en una praxis, a saber “la formación de psicoanalistas”.  Más adelante en este mismo seminario “¿Qué ha de ser del deseo del analista para que opere de manera correcta?

“En todo caso, el deseo del analista no puede dejarse fuera de nuestra pregunta, por una razón muy sencilla: el problema de la formación del analista lo postula”.

Es posible entonces un anudamiento entre la Escuela y la formación del analista, tal como se indica en “El principio del control en la escuela”, “no es sólo una cuestión formal, pues se trata de abordar la estructura que articula el analista y su formación (análisis, control y enseñanzas)”. En el corazón de este anudamiento tenemos el deseo del analista, y Miller lo aborda en su “Banquete”, apoyado en la Nota Italiana de Lacan, e intentando responder a las preguntas planteadas. 

“No todo ser que habla podría autorizarse a hacer un analista. Lo prueba que el análisis es necesario para ello, pero no es aún suficiente”. En esto Lacan es contundente, es necesario haber sentido el zarpazo del inconsciente y haber quedado marcado, agrega “Saber ser un desperdicio, es lo que el análisis ha debido, al menos hacerle sentir, si ello no le lleva al entusiasmo, bien puede haber análisis, pero analista ni por asomo.” “No hay analista a no ser que ese deseo le surja, es decir que ya por ahí sea el desecho de la susodicha humanidad”.  

 Lacan, J. El  Seminario libro 11, Paidos, Buenos Aires, p 11

Lacan, J. Op.cit. p 10

3Lacan, J. Op. cit. p 17

4Htts://www.wapol.org/es/acercaamp7Templete.asp?Archivo=escuela_una/documentos/comite/001

5Lacan, J. “Nota Italiana”, Otros escritos, Paidòs, Buenos Aires 2012, p 328

6Lacan, J. “Nota Italiana”, Otros escritos, Paidòs, Buenos Aires 2012, p 328-329

Bibliografìa

Miller, J-A  El banquete de los analistas, Paidòs, Buenos Aires 2000

Lacan, J.  El Seminario Libro 11, Paidòs, Buenos Aires 1999

 Lacan, J.  “Nota Italiana”, Otros escritos, Paidòs, Buenos Aires 2012Han participado en Puntuaciones: 

Han participado en Puntuaciones: 

Coordinadora de Puntuaciones: Ana Ricaurte

anaricaurt@yahoo.comnelquil@nelguayaquil

INSCRIPCIONES
TRANSFERENCIA BANCARIA
BANCO PRODUBANCO
NOMBRE: NUEVA ESCUELA LACANIANA DE GUAYAQUIL
CUENTA DE AHORROS: 12006680882
PAGO EN EFECTIVO
Sede de la Nelcf- Guayaquil
Dirección: Kennedy Vieja, calle H #607 entre 10ma y peatonal, Guayaquil
090112
Para más información: Cel. 0994105301
PARA LAS INSCRIPCIONES DESDE EL EXTERIOR CONTACTAR CON
SECRETARÍA:
nelquil@gmail.com
VALOR:
PROFESIONALES $20
ESTUDIANTES $10

PROGRAMA


Sábado 24 de septiembre de 2022
8:45 Verificación de inscripción 9:00 Apertura
Mónica Febres Cordero de Espinel
Directora de la Sección Guayaquil de la NELcf
Seminario “La Escuela y la formación del analista”
Expositor: Alejandro Reinoso.
Analista en Santiago de Chile. Miembro NEL, SLP y AMP.
9:15 a 10:00 Primera conferencia
10:00 a 10:15 Conversación
10:15 a 10:30 Receso
10:30 a 11:15 Segunda conferencia
11:15 a 11:30 Conversación

JORNADAS


Mesas 1: Del trabajo de transferencia a la transferencia de trabajo con la
Escuela.
Coordinadora: Mónica Febres Cordero de Espinel
Discutidor: Alejandro Reinoso
11:30 a 12:10 Exposiciones
12:10 a 12:25 Discusión

Mesa 2: La Escuela
Coordinadora: Mayra Landivar de Hanze
Discutidora: María Elena Lora
12:30 a 13:10 Exposiciones
13:10 a 13:25 Discusión
13:25 a 14:30 RECESO

Mesa 3: El Control
Coordinadora: Piedad Ortega de Spurrier
Discutidora: Clara Holguín
14:30 a 15:10 Exposiciones
15:10 a 15:25 Discusión

Mesa 4: El Cartel
Coordinadora: Ana Ricaurte Quevedo
Discutidora: Susana Dicker
15:30 a 16:10 Exposiciones
16:10 a 16:25 Discusión
16:25 a 16:40 Cierre: Raquel Cors, Piedad Ortega de Spurrier

Boletín PUNTUACIONES… ; ! ?? #4

N° 4 – Agosto 12, 2022.

Clara Holguín es representante por la Nel-cf de la Comisión de la Garantía- América y nuestra amiga de intercambios frecuentes con la sección Guayaquil.  Nos propone puntuaciones importantes para la formación del analista: un modo de estar en la Escuela, el del remolino que rodea el agujero y pone en movimiento lo ya dado, abriéndose a un saber nuevo, el del Pase que toma lo contingente, así como a lo joven, la juventud del espíritu del Psicoanálisis según Lacan.
 

El espíritu de la Escuela

Por: Clara María Holguín

Las Jornadas de la NEL Guayaquil renuevan la pregunta sobre lo que Lacan esperaba de su Escuela: ¿Cuál es su espíritu? Basta recordar el deseo que puso en acto Lacan con la fundación de su Escuela. Fundó una organización, que, en lugar de la jerarquía que puso “cabeza abajo”, fuese circular y agujereada, un “remolino”.

¡Un remolino! Movimiento e intranquilidad. Rechazo tanto del confort y la comodidad del saber adquirido como del reconocimiento obtenido de una vez y para siempre. Rechazo del mutualismo con el que el grupo se defiende de la experiencia de lo imprevisto y la sorpresa propia del surgimiento del inconsciente.


 Si de una parte, la organización circular y agujereada favorece la elaboración y la ejecución del trabajo, de otra, el vacío en que se sostiene, se abstiene de responder universalmente a la pregunta de qué es un analista. Es la razón por la cual la Escuela de Lacan, además de ser una Escuela de trabajadores decididos y de Carteles, es la Escuela del pase.


 Un claro ejemplo de este espíritu lo encontramos en la orientación y el lugar que Lacan y JAM hacen en su llamado a acoger los jóvenes, bajo la consigna, “dócil a lo joven”. Orientados por el deseo de juventud, su inquietud de invención y excitación intelectual, escuchamos y nos dejamos orientar por los cambios de los tiempos, para desde allí responder, renovando nuestra juventud, es decir, nuestra relación con el saber inconsciente, que supone la posición analizante. Posición que define la juventud en sentido analítico.


Coordinadora de Puntuaciones:
Ana Ricaurte, anaricaurt@yahoo.com
nelquil@gmail.com

Boletín PUNTUACIONES… ; ! ?? #3

N° 3 – Agosto 8, 2022

Puntuaciones…;!?  presenta su tercer número con la colaboración de Álvaro Rendón Chasi, asociado de NELcf- sección Guayaquil, miembro de la comisión del blog, y de José Altamirano, cartelizante, ha participado en los viernes de Escuela en el eje sobre el Control.  Sus preguntas y elaboraciones mueven la corriente que nos lleva como transferencia de trabajo en la preparación de nuestra Tercera Jornada. Cada artículo y notas que recogemos para Puntuaciones surge de la pregunta sobre la formación del analista en la Escuela y los cuatro ejes propuestos: el cartel, el control, del trabajo de transferencia a la transferencia de trabajo, y la escuela.

Del diván al sillón como de la neutralidad al deseo

Por Álvaro Rendón Chasi

Tomaré la referencia de Raquel Cors (2022): “…porque cada uno de los que devienen analistas un día se dirigieron a un analista para pedirle un análisis, no para devenir analistas, sino porque sufrían de un síntoma.” Hasta la fecha no he escuchado a nuestros colegas haber sido demandados por un diván. La virtualidad reveló la fragilidad que puede encubrir, como condición sine qua non, que el estar recostado en un diván necesariamente un sujeto se encuentra en análisis. Ni garantía analítica de presencialidad ni psicoanálisis puro en el diván.

Recurro a Freud (1991) en 1913:

[…] Mantengo el consejo de hacer que el enfermo se acueste sobre un diván mientras uno se sienta detrás, de modo que él no lo vea. Esta escenografía tiene un sentido histórico: es el resto del tratamiento hipnótico […]. Pero por varias razones merece ser conservada. En primer lugar, a causa de un motivo personal, pero que quizás otros compartan conmigo. No tolero permanecer bajo la mirada fija de otro ocho horas (o más) cada día. […] no quiero que mis gestos ofrezcan al paciente material para sus interpretaciones o lo influyan en sus comunicaciones. (p. 135)

¿Hasta aquí algún valor terapéutico para el paciente? Sobre la ecuación de “la neutralidad del analista” habría que considerar con Lacan su radical “deseo del analista”: el saber no sabido del paciente surge bajo transferencia y el analista no puede ser neutral: pone el cuerpo y su deseo, “que sigue siendo una X, no tiende a la identificación […] se lleva la experiencia del sujeto al plano en el cual puede presentificarse, de la realidad del inconsciente, la pulsión” (Lacan, 2015a, p. 282). Pues la cosa vale la pena: el inconsciente toma su asiento, “en el lugar del analista, entendámoslo literalmente: en su sillón” (Lacan, 2015b, 801).

Bibliografía

Carrere, P. (2022). De inconscientes. Obtenido de ¿Para qué sirve el diván?: Leer: https://deinconscientes.com/para-que-sirve-el-divan-pedro-carrere/

Cors, R. (16 de julio de 2022). Devenir. Obtenido de Nel Guayaquil: https://nelguayaquil.org/2022/07/16/boletin-puntuaciones-1/

Freud, S. (1991). Sobre la iniciación del tratamiento. En S. Freud, Obras Completas Volumen XII (págs. 121-144). Buenos Aires: Amorrortu.

Lacan, J. (2015). Escritos 2. Buenos Aires: Siglo XXI.

Lacan, J. (2015a). Seminario 11: Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. Buenos Aires: Paidós.

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Notas sobre (los obstáculos en) el control

Por José Altamirano

En tanto miembro del grupo de investigación sobre el control, preparatorio de las III jornadas de la NELcf-Guayaquil, “La escuela y la formación del analista”, he escogido unas referencias pertinentes a mi parecer para esclarecer la cuestión de los obstáculos del analista en el control. 

G. Dessal nos da un punto de partida posible: “del mismo modo en que es fundamental investigar qué es lo que ha desencadenado una demanda de análisis, es imprescindible descubrir qué es lo que mueve a una demanda de control”1.

Además nos alerta sobre un obstáculo posible: la creencia de los analistas que deben justificar una función terapéutica, no necesariamente analítica, obedeciendo al “imperativo superyoico de que tienen que interpretar, que el paciente no puede marcharse con las manos vacías”2. Obstáculo cercano a la precipitación por comprender, que “es una de las maneras en las que se manifiesta el fantasma de dominio del saber”3.

La angustia que conlleva el no saber cómo responder, en la medida en que indica que el analista no ocupa el lugar de amo no es necesariamente algo negativo. En efecto “la angustia está muy próxima al no-saber4.

A su manera, E. Laurent también nos alerta sobre el peligro de ocupar el lugar de amo ya que si bien por un lado el principio del control es “controlar a un sujeto sobrepasado por su acto”, por otro lado el aspecto más profundo del problema es la cuestión “del sujeto que sobrepasa a su acto, es decir el que se cree su amo, aquel que (…) viste el acto con su narcisismo y que, en lugar de captar la dimensión del deseo en juego, quiere llevar eso a un saber, incluso a un saber hacer que él tendría”5. Aparentar ser el garante de un saber sin fallas es una canallada: “es una impostura creer ocupar el lugar del Otro

de manera legítima”6. Para Laurent se trata sobretodo de “soportar ocupar ese punto extremo que Lacan formula como un despojamiento de todo dominio”7.

E. Solano resume lo que sería el obstáculo fundamental:  la dificultad para ocupar el lugar de semblante de objeto a8, es decir de animar la capacidad de desear. Los prejuicios reflejados en la posición subjetiva del analista, por ejemplo sus ideas sobre el Bien, podrían hacer dormir el deseo de sus pacientes.

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[1] Dessal, G. “Notas sobre la supervisión”, disponible en: https://redpsicoanalitica.org/2020/12/17/notas-sobre-la-supervision/

2 Cf. Dessal, G., “Notas sobre la supervisión”, op.cit.

3 Dessal, G., “Notas sobre la supervisión”, op.cit.

4 Dessal, G. “Notas sobre la supervisión”, op.cit.

5 Laurent, É. “El buen uso de la supervisión”, disponible en: http://www.revistavirtualia.com/articulos/710/la-formacion-del-analista/el-buen-uso-de-la-supervision

6 Laurent, É. “El buen uso de la supervisión”, op.cit.

7 Laurent, É. “El buen uso de la supervisión”, op.cit.

8 Cf. Solano-Suárez, E., Brousse, M., Bosquin-Caroz, “Le contrôle sur mesure”, Quarto, 110, Abril 2015, p.

Coordinadora de Puntuaciones:

Ana Ricaurte, anaricaurt@yahoo.com

nelquil@gmail.com